Fuente: 20 minutes France / AFP
El 18 de agosto de 2017
Traducción: María Gabriela Zurbarán (Publicación original en frances el 28 de junio de 2016)
En México, las mujeres detenidas son abusadas sexualmente por las autoridades, asegura Amnistía Internacional
Amnistía Internacional ha investigado 100 casos de mujeres encarceladas en prisiones mexicanas.
Las fuerzas de seguridad mexicanas utilizan regularmente el abuso sexual en mujeres encarceladas con el objetivo de obtener alguna confesión, reveló Amnistía Internacional en un informe publicado el pasado martes.
Una ONG con sede en Londres ha investigado el caso de 100 mujeres detenidas en México. Todas declaran haber sufrido algún tipo de acoso sexual o abuso psicológico durante su arresto e interrogatorio.
“La violencia sexual usada como tortura parece haberse convertido en la norma”
Según Amnistía, “72 mujeres manifestaron haber sufrido abusos sexuales durante su arresto o en las horas posteriores, y 33 confirmaron haber sido violadas”.
“Cuando hablamos de violencia contra la mujer, el método preferido del estado es la violencia sexual. Fue un descubrimiento impactante”, comentó Madeleine Penman, autora del artículo.
“Lo que describen estas mujeres revela un escandaloso cuadro que refleja el nivel de tortura que sufren las mujeres en México. La violencia sexual usada como tortura parece haberse convertido en parte habitual de los interrogatorios”. Explica Erika Guevara- Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Según la ONG, la mayoría de las mujeres encarceladas manifestaron haber sufrido “palizas, descargas eléctricas, manoseos, soba y otros abusos sexuales durante el arresto y el interrogatorio.”
De 70 casos, solo en 22 se habían abierto investigaciones
De 100 mujeres interrogadas, 70 dijeron que habían denunciado los abusos ante un juez u otra autoridad, “pero solo en 22 casos se habían abierto investigaciones. Nadie fue procesado a partir de dichas investigaciones” dice el informe.
La gran mayoría de estas mujeres fueron acusadas de delitos relacionados con el crimen organizado o las drogas. “Muchas proceden de familias pobres por lo que tienen menos probabilidades de poder costearse una defensa efectiva”, declaró Amnistía.
El “caso Mónica”
Entre los casos presentados sobresale el de Mónica, de 26 años y madre de cuatro hijos, “la violaron en grupo seis agentes de policía, le aplicaron descargas eléctricas en los genitales, la asfixiaron con una bolsa de plástico y le hundieron la cabeza en un cubo con agua” en Coahuila, norte de México, en el 2013.
Según la ONG, la policía la obligó a mirar como torturaban a su hermano y a su esposo. En camino a la sede de la Procuraduría General de la República, su esposo murió “en sus brazos debido a las torturas sufridas.” Posteriormente, Mónica fue obligada a firmar una “confesión” en la que afirmaba que pertenecía a un cartel de la droga, añade el documento.
A pesar de que un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) publicado en agosto de 2014 confirmaba la tortura de la joven, no se han formulado cargos contra ninguno de sus autores, señala la ONG.
