Fuente: Huffington Post
Autor:
El 2 de diciembre de 2017
El grito desesperado de Mohammad Ali Taheri
A pesar de llevar más de cuatro años en el cargo, el Presidente de Irán Hassan Rouhani no ha hecho otra cosa que incumplir su promesa electoral de afianzar, respetar y promover los Derechos Civiles y Políticos en su país. El pasado año en Irán se acometieron nada más y nada menos que 437 ejecuciones, de las cuales al menos 49 se acometieron contra menores de edad, a pesar de los repetidos intentos del Parlamento iraní de sacar adelante leyes efectivas contra la pena de muerte.
“Propagar corrupción en la Tierra mediante sus creencias y enseñanzas espirituales”. Por este motivo la sección 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán condenó a muerte el 27 de agosto de este año al profesor Mohammad Ali Taheri, mientras cumplía ya otra condena en régimen de aislamiento desde 2011 en la sección segunda de la prisión de Evin (Teherán).
Taheri pide auxilio, nos pide ayuda para que el Gobierno Iraní, para que Rouhani ponga fin a la violación de Derechos Humanos que está sufriendo su persona
Para más agravio, ha sido condenado reiteradamente por el mismo delito a pesar de que el artículo 14.7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que Irán es Estado Parte, dispone que: “Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país.” Taheri ha llevado a cabo trece huelgas de hambre y cuatro intentos de suicidio.
El profesor Taheri, tras tener que soportar por más de seis años que sus Derechos Fundamentales hayan sido sistemáticamente violados y obviados, tras padecer que se le negara el derecho a un abogado, a tener visitas de su familia, tras sufrir su reclusión y su confinamiento en régimen de aislamiento, en estos momentos tiene que convivir día a día con la amenaza de la ejecución de la sentencia de muerte que pondría fin a su vida. Taheri pide auxilio, nos pide ayuda para que el Gobierno Iraní, para que Rouhani ponga fin a la violación de Derechos Humanos que está sufriendo su persona.
No podemos permanecer indolentes ante el sufrimiento ajeno, por muy alejado, física o socialmente, que esté de nosotros
El artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Declaración a la que se adhirió también Irán) que proclama que “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, nos debe mantener firmes en la defensa de todos los presos de conciencia que existen en el mundo, y en este caso concreto, nos debe mantener alerta para denunciar la flagrante violación de este artículo 3 en la persona de Mohammad Ali Taheri.
No podemos permanecer indolentes ante el sufrimiento ajeno, por muy alejado, física o socialmente, que esté de nosotros dicho sufrimiento. El dolor, la lucha, y el destrozo vital acometido contra Taheri no tiene ya perdón; solo nos queda seguir peleando, hasta el final, para que dejen de ser transgredidos los Derechos Humanos y Fundamentales del profesor Taheri.
A modo de paréntesis, recuerdo que los tratados internaciones de Derechos Humanos imponen a los estados básicamente dos obligaciones: respetar (no matar, no torturar, no censurar…) y garantizar (adoptar leyes, entrenar a las fuerzas y cuerpos de seguridad en materia de Derechos Humanos…). Desde la Paz de Westfalia (1648) los estados eran los únicos actores en materia de Derecho Internacional, siendo los ciudadanos solo meros objetos de protección, no sujetos legales capaces de actuar.
Desde esta tribuna exijo al Gobierno Iraní que deje en libertad de manera inmediata a Mohammad Ali Taheri
Tras la Segunda Guerra Mundial, no hace tanto, este paradigma cambió y muchos actores al margen de los estados han sido reconocidos como actores de pleno derecho, como por ejemplo las ONG`s o los ciudadanos individuales. Este hecho tiene una dimensión incontestable: cualquiera de nosotros está capacitado, según los Tratados Internacionales, a actuar en materia de denuncia, promoción y vigilancia de los Derechos Humanos, sean éstos Derechos Políticos y Civiles o Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Desde esta tribuna exijo al Gobierno Iraní que deje en libertad de manera inmediata a Mohammad Ali Taheri, exijo que le sean restituidos sus Derechos Humanos y Fundamentales y que Irán, en la persona de su Presidente Hassan Rouhani, vuelva a la legalidad internacional en materia de Derechos Humanos. Solicito a la Comunidad Internacional que siga denunciando públicamente el caso Taheri, sin olvidarnos ni un segundo que su vida corre peligro de un modo cierto e inminente.
A ti, Mohammad Ali Taheri, si consiguieras leer estas líneas, solo puedo decirte que seguimos luchando por tu libertad, que no pararemos hasta verte de nuevo ejerciendo en plenitud tus Derechos Fundamentales. No decaigas. Resiste. La dignidad, la verdad, la vida y la justicia están de tu parte.