Personas a cargo del caso de José Luis Rincón Sanabria: María José Espejo con la asistencia de Giuliana Rojas.
Resumen
Autora: Giuliana Rojas Gazco
Desde el 10 de agosto de 2007, José Luis Rincón Sanabria se encuentra privado de libertad cumpliendo una pena de 47 años, 8 meses y 6 días por los delitos de secuestro extorsivo agravado, hurto calificado agravado y extorsión agravada tentada, delitos en los cuales no tuvo ninguna participación, pero por los cuales fue injustamente condenado en base al testimonio de los verdaderos responsables quienes llegaron a un acuerdo con la Fiscalía colombiana a cambio de testificar en su contra.
Todo comenzó en Bogotá el día 3 de agosto de ese año, cuando unos sujetos vestidos con uniformes de policía, ingresaron a una casa bajo la excusa de estar realizando un allanamiento, una vez en el interior del domicilio procedieron a hurtar objetos de valor y retuvieron al dueño de la casa y a su familia por un lapso de tres horas, exigiendo la entrega de $500.000.000 de pesos colombianos a cambio de su libertad. Las víctimas entregaron $100.000.000 ese día y se comprometieron a entregar el resto el día 10 de agosto. La familia denunció los hechos y agentes del Departamento de Seguridad de Colombia (DAS) organizó un operativo para capturar a los responsables durante la entrega del dinero.
Ese día José Luis, quien era oficial de la Policía Nacional de Colombia con el grado de Subteniente y fungía como comandante del CAI ANDES, se encontraba patrullando junto con otros dos policías cuando notaron la presencia de un vehículo sospechoso, cuyos ocupantes, al realizar los controles respectivos, resultaron ser agentes del DAS que estaban participando del operativo, respecto del cual no habían informado a la policía. Los agentes del DAS se mostraron molestos por el control al que fueron sometidos ya que sólo una vez verificada su identidad, los dejaron seguir con su operativo y continuaron su patrullaje.
Es así como José Luis y sus compañeros se encontraron en el medio de este operativo, en el momento y lugar equivocados, ya que mientras patrullaban, los agentes del DAS interceptaron los vehículos de los sospechosos que iban delante de la patrulla policial y al parar para verificar lo que estaba sucediendo, los agentes del DAS acusaron a José Luis y a sus compañeros de haber participado en el crimen, tomando los detenidos como cómplices y acusándolos de delito in flagrancia, por estar escoltando a los sospechosos.
Tanto José Luis como sus dos compañeros tenían pruebas irrefutables del lugar en que se encontraban el día 3 de agosto en el momento en que los sospechosos habían cometido los crímenes, lo cual demostraba fehacientemente su inocencia. Sin embargo, esto no fue suficiente para la justicia colombiana, ya que tanto las sentencias de primera como de segunda instancia, dieron por establecida la responsabilidad penal de los policías, basados en el testimonio de los verdaderos responsables, quienes amparados en el principio de oportunidad negociaron con la Fiscalía para obtener penas mínimas a cambio de “colaborar” con la justicia, testificando en contra de José Luis y los otros dos oficiales de policía.
Ninguno de los recursos intentados por José Luis ha tenido resultados a pesar de contar con pruebas de su inocencia y de las irregularidades procesales ocurridas durante el juicio, atentando de este modo con sus derechos fundamentales a la libertad personal y a un debido proceso.